27 de octubre de 2023
Por Ariana González OsorioMaestra en nutriología aplicada
La pandemia fue un tiempo difícil para todos, algunos porque perdieron su trabajo o tuvieron que cerrar sus negocios, otros porque perdieron algún familiar o vieron perder su salud o la de su familia, algunos más tuvimos ansiedad y depresión por el hecho de estar en casa más de lo normal y la incertidumbre de no saber qué pasaría.
Sin embargo, también fue un tiempo de reflexión y aprendizaje, pudimos darnos cuenta que el trabajo no lo es todo, que de una u otra manera saldremos adelante, que nos podemos adaptar a los cambios de la vida, que no hay nada como la tranquilidad de estar en familia, que nos preocupamos por pequeñeces, aprendimos a ser más agradecidos con nuestro trabajo, pero sobre todo que lo más importante es nuestra salud y nuestra familia.
Años atrás de la pandemia, al llegar está época bajaba mi carga de trabajo como nutrióloga, pero el año 2020 y 2021 no fueron iguales, en plenas fiestas de diciembre tuve pacientes nuevos y las personas estaban muy motivadas en mejorar su salud y su calidad de vida.
Hace un mes además de estar en Nutrisanica, inicié a trabajar en una clínica virtual para personas que viven con diabetes, y tristemente me doy cuenta que estamos olvidando la mayor lección de la pandemia, nuestra salud es lo primero.
Esta semana varios pacientes interrumpieron la videollamada porque tenían una llamada importante de trabajo, algunos pudieron retomar la cita, otros incluso tuvimos que reagendar; varios comentaron que comen en la calle porque no les da tiempo de preparar sus alimentos, otro sector dijo que no hace ejercicio porque tiene mucho trabajo y no le da tiempo de hacerlo, otros más me dijeron que comen sus alimentos en menos de 20 min porque se les hace tarde, algunos duermen 5 o 6 horas porque se quedan hasta noche haciendo trabajos. Y algunos otros se preocupan más por el esposo, los hijos, la mamá, etcétera, más que su propia salud.
Y yo me preguntó una vez más ¿Ya se nos está olvidando lo difícil que fue ver cómo los diagnósticos de COVID empeoraban por las enfermedades crónicas?, ¿O lo desechables que fueron nuestros empleos?, ¿O lo difícil que fue despedirnos de las personas que amábamos y que un día vimos y al otro ya no?.
Esto no quiere decir que seamos egoístas y nos olvidemos de todo nuestro contexto, pero si es una invitación para que regresemos a mirarnos nuevamente a nosotros tal como lo hicimos en ese aislamiento social que vivimos en pandemia y volvamos a comprender que si nosotros estamos bien, lo demás estará bien. No podemos dar bienestar si no estamos bien, no podemos estar bien en nuestros trabajos si nosotros no estamos bien.
Hoy estamos a días de celebrar día de muertos, días para recordar a quienes ya no está con nosotros, hoy también te invitó a recordarlos y honrar su memoria a través de la dicha de vivir y la dicha de tener salud. Y que esa celebración te lleve a cuidar tu salud. Que así como durante la pandemia tuvimos que adaptarnos al cubrebocas y a los trabajos y las escuelas virtuales, busquemos adaptarnos a las prácticas de autocuidado, busquemos un espacio para hacer ejercicio y un tiempo para comer dignamente. Para que esté año nuevo no sea un año más de brindar y pedir por qué tengamos salud, sino que realmente desde hoy nos comprometamos al cuidando nuestra salud.
“No empieces una dieta que terminará algún día. Comienza un estilo de vida que dure para siempre”. Eliana Jiménez
SOBRE EL AUTOR
Maestra en nutriología aplicada, especialista en obesidad y educadora en diabetes.